
La piedra hematita, también conocida como hematites, es un mineral compuesto principalmente por óxido de hierro (Fe₂O₃) y se caracteriza por su color negro a gris acero con un brillo metálico, aunque al rasparse o triturarse desprende un polvo de color rojo sangre, lo que da origen a su nombre, derivado del griego «haimatites», que significa «rojo sangre».
Beneficios en el ambito espiritual
En el ámbito espiritual y terapéutico, la hematita es considerada una piedra de protección y estabilidad, capaz de crear un escudo protector alrededor del usuario, ayudando a repeler energías negativas y a estabilizar el aura.
Su propiedad más destacada es la reducción de las malas energías y la negatividad del entorno, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo, expandir la autoestima y armonizar la mente, el cuerpo y el espíritu.
Además, se cree que la hematita aumenta la fuerza de voluntad, clarifica los pensamientos y mejora la capacidad intelectual, lo que la convierte en una piedra ideal para momentos de agotamiento mental o falta de motivación.
Beneficios en el ambito físico
En el plano físico, se ha utilizado tradicionalmente para disminuir hemorragias, regular los ciclos menstruales, aliviar dolores menstruales y actuar como un desinflamatorio natural, además de ayudar en la regeneración de tejidos y en la cicatrización de heridas.
Estimula la absorción de hierro en el cuerpo y mejorando la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a combatir anemias y problemas de circulación.
Donde se emplea
La hematita también se emplea como amuleto para atraer la buena suerte y evitar accidentes, y se ha utilizado históricamente por romanos y griegos como accesorio protector y para marcar ganado.
En joyería, se utiliza en pulseras, collares, anillos y pendientes, y en decoración por su brillo metálico y su capacidad para ser pulida a un alto grado.
Como mantener sus propiedades
Para mantener sus propiedades, se recomienda limpiar la hematita con un paño suave humedecido con agua tibia jabonosa, secándola inmediatamente para evitar oxidaciones, o exponiéndola al humo de incienso o al sol. También se puede cargar con energía natural exponiéndola a la luz de la luna durante una noche entera, especialmente durante la luna llena para potenciar sus efectos. Debido a su capacidad de absorber energías negativas, se sugiere limpiarla con cierta frecuencia, al menos dos veces al mes, y no usarla más de ocho horas seguidas para evitar la absorción de energía vital.