Los siete chakras son centros de energía en el cuerpo humano que se cree que influyen en el bienestar físico, emocional y espiritual. Este concepto proviene de tradiciones antiguas como el yoga, el budismo y la medicina china, y se encuentra en textos sagrados hindúes como los Upanishads. Cada chakra está asociado con un aspecto específico de la vida, un color, un elemento, un mantra y gemas que pueden ayudar a equilibrarlo.

El primer chakra, Muladhara o chakra raíz
Se encuentra en la base de la columna vertebral y está relacionado con la supervivencia, la estabilidad y la conexión con la tierra. Su color es el rojo oscuro o negro, y se asocia con el elemento tierra.
El segundo chakra, Svadhisthana o chakra sacral
Está ubicado bajo el ombligo y está vinculado a las emociones, la creatividad, el placer y la sexualidad. Su color es el naranja, y su elemento es el agua.
El tercer chakra, Manipura o chakra del plexo solar
Se sitúa unos tres dedos por encima del ombligo y representa el poder personal, la autoestima y la voluntad. Está asociado con el color amarillo y el elemento fuego.
El cuarto chakra, Anahata o chakra del corazón
Se localiza en el centro del pecho y actúa como puente entre lo físico y lo espiritual. Su color es el verde o el rosa, y su elemento es el aire. Este chakra está relacionado con el amor incondicional, la compasión y las relaciones afectivas.
El quinto chakra, Vishuddha o chakra de la garganta
Se encuentra en la garganta y está ligado a la comunicación, la expresión personal y la creatividad. Su color es el azul cielo o turquesa, y su elemento es el éter.
El sexto chakra, Ajna o chakra del tercer ojo
Está situado en la frente, entre los ojos, y se asocia con la intuición, la clarividencia y la percepción. Su color es el índigo o el azul ultramarino, y su elemento es la luz.
El séptimo y último chakra, Sahasrara o chakra corona
se ubica en la parte más alta de la cabeza y representa la conciencia divina, la espiritualidad y la conexión con lo trascendente. Su color es el violeta, blanco o dorado, y su elemento es la luz interior. Este chakra está asociado con la sabiduría, la trascendencia y la experiencia del infinito.
Aunque algunas tradiciones mencionan un número diferente de chakras, en Occidente se ha adoptado ampliamente la noción de siete centros energéticos, un número que también se encuentra en culturas como el Tíbet y los Mayas. El equilibrio entre estos chakras es fundamental para mantener una armonía interior, ya que un bloqueo en uno puede afectar el funcionamiento de los demás. Se pueden utilizar diversas herramientas como la meditación, el uso de sonidos, gemas, colores, alimentos y aceites esenciales para activar y equilibrarlos.